8/11/09

MI VECINO EL HDP!!!




Escucho a mi perra llorar, acaso me estoy preguntando ¿Qué le pasa? ¿Será otra vez su patita? … No, no y no, el tema que me desvela es ¿Este ruido molestará a mi vecino? Y si después de ciertos roces, uno trata de seguir los pasos de Gasparin para no ser advertido y que no recuerden lo acontecimientos previos. Rememorando mis primeras impresiones en esta casa, las noches donde pensaba ¿Quién hizo estas paredes tan finas? Empezaban a acecharme los sonidos de la casa vecina, esa especie de ronroneo humano me hacia saber: están en el umbral de un acto sexual, yo a lo Pink Floyd del otro lado de la pared sufriendo, sola, desvelada a las 4 de la mañana, teniendo que levantarme a las 6! Pasan 10, 20 minutos! Y el griterío es descomunal, están filmando una porno en la casa del al lado? Él con esa cara de pelmazo tiene tanta resistencia? o a ella le están pagando? o pegando? a esta altura no se distinguir de que forma la están matando, ella comienza a gritarle “Hijo de puta, hijo de puta” definitivamente algo malo pasa. Ya fue, yo llamo a la policía, media hora mas tarde los gritos apaciguan y me tocan el timbre, las luces azules intermitentes me indican que llegó la bonaerense, el uniformado se presenta como el Oficial Gutiérrez, le comento la situación, el compañero se ríe por lo bajo. Encabronadisima tranco mi puerta y voy a pegar mi oreja a la pared para ver que pasa. Se escucha un hola de una voz femenina, Gutiérrez le pregunta si esta todo bien, que les reportaron gritos e insultos, a lo que ella responde: No hay ningún problema, a mi pareja le gusta que lo insulte en ese “momento”. Y yo me arrojo con mi vergüenza a lo Suar en Comodines debajo de la cama. Pasan los días y ni asomo la cara por el barrio, mi vecino no se da por enterado y sigue haciendo demostraciones de su libido a lo Tarzán cada noche. Sigo resistiendo y mi paciencia viaja por las puertas de Alicia en el país de las maravillas, haciéndose cada vez más pequeña. Vuelvo a decir presente tratando de recuperar mi imagen de rockera empedernida y le doy play a ese CD de Erasure que tenía guardado desde la fiesta de fin de año pasado, me pongo a limpiar la vereda al ritmo del Oh l amour! la vecina de en frente sale con su cara Oh l haine (odio) a pedirme que baje la música, y debo morder mis labios, aunque sepa que esa señora esta sintonizando el canal Volver porque hace una década que deje de aceptar que me digan lo que tengo que hacer, aun así le sonrío y hago caso a su pedido, entro a mi casa y oigo golpes, la chica del ph del fondo llora, otra discusión con el gorila del marido que le pega y no se si debo subir el volumen y que la señora amargura vuelva a tirar la bronca o llamar a la policía, los gritos se acrecientan. Y si la mata? Me rondaran fantasmas acusándome de Argentina? No, definitivamente voy a llamar al 911; y ahí estoy discando el teléfono del único hombre que me visita, en media hora lo tengo nuevamente al oficial Gutiérrez en la puerta de casa: y ahora qué pasa? me pregunta, le vuelvo a exponer el inconveniente , el otro policía se ríe, me viene un deja voo, mi vecina sale con la cara ensangrentada y alega haberse golpeado con una puerta, todos sabemos que no es así pero yo quedo mal parada de vuelta . Pasan las noches y no pego un ojo igual me mantengo callada. Aprendí la lección a fuerza de insomnio. Llega el viernes, viernes trece para ser más específicos y organizo una reunión en casa, hay picada y quija. Nos concentramos estratégicamente ubicadas para llamar a los espíritus, y claro son las doce de la noche y el vecino esta exorcizando al felino que tiene por novia, que yo no duerma hace un mes es una cosa, pero que me avergüence delante de mis amigas es muy diferente, no puedo evitarlo estallo y comienzo a golpear la pared mientras le grito: Hijo de puta, hijo de puta! Después de insistir con la profesión de su madre, el maniático sexual, me toca el timbre e indignadísimo me cuestiona el motivo de mis insultos, a lo que yo respondo: estoy en una reunión, tengo entendido que te gusta que te digan Hijo de puta, yo solamente estaba colaborando para que “esto” acabe mas rápido!


Natalia Graciani.

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