5/9/09

Coronado


Tiene un magnetismo post mortem,
sus pestañas con un largo descomunal,
hacen que los ojos le luzcan mejor cerrados
De todas formas lo esquivaba vivo,
podría asegurar que hubiera caído en esa misma
caja de haber juntado el coraje para chocarle las pupilas.

Lo recuerdo sembrando palabras,
hacia crecer charlas a borbotones.
Nacido con gracia,
le codiciaba su desliz automático para el rock
y la risa cuando mis torpes pies lo pisaban.

Podía oler su vida, goteando en las calles
cual tierra húmeda o sal de mar en el aire
Fue entonces que lo note, mi percepción
no es más que un justificativo elegante
para el gusto por su sangre,
la misma que me traía a verlo hoy.
En el umbral del ocaso, lo toque por última vez
y no pude distinguir cual de nosotros dos
estaba más helado.



Natalia Graciani


2 comentarios:

  1. Muy bueno, hay cosas escritas muy buenas que me han hecho reir en otras secciones pero comento este en particular porque creo que hay algo más que poesia aquí.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Muchisimas gracias muchacho por el comentario y en especial por leernos, abrazo cibernetico!

    ResponderEliminar