Bersuit siempre me sorprendió, logra exorcizar las penas, trasmutarlas en alegría. Pero esta vez se traía un As en la manga…. O mejor dicho un póker de ases!
Tocaban en el Luna Park presentando “La Argentinidad al palo” disco que ya había logrado encarnar algunas de sus canciones en mi, fue entonces que me llego la noticia ese personaje alegre e inquieto que danzaba todo el día y recorría escenarios , si Emilce, mi prima era transportada por su talento a bailar con la Bersuit! Tras el ritual de abrazos, recordando la infinidad de veces que cantábamos a los gritos temas como “ murguita del sur, Vuelos y Que paso?” ahora ella lo haría desde bambalina e iba a ser parte de ese ingrediente sorpresa que la banda preparaba.
El tiempo paso entre ensayos por su lado y laburo por el mío, pero, cual presidiarios con la cuenta regresiva en la pared.
El día por fin llego y ella como toda profesional se trago la ansiedad y la llave, no dijo ni una sola palabra del show, yo fui como cualquier ser humano con pijama y me encontré con un estadio colmado de gente que reía y calentaba motores bailanteros, repentinamente todo oscureció, el escenario estaba vestido con un telón negro, los acordes en el aire llamaban al silencio absoluto dando comienzo con “No estas solo”.
Ellos estaban parados entre el escenario y la valla de contención, una luz desde abajo los iba iluminando a medida que las estrofas avanzaban, atrás de esa “La soledad” y todo empezó a vibrar. Entre murga, pogo y cumbiamba la misa Bersuitera fue transcurriendo hasta que llego “La argentinidad al palo”, cuatro parejas de bailarines representaban los conflictos sociales que nos afectaban en ese momento, recordándonos y reafirmando nuestra sangre bulliciosa de Argentinos. Y en medio de todo eso ahí estaba ella, con harapos y “mugre” en la cara toda una “cartonera” del oeste cumpliendo su sueño. Yo sentí que estaba en el lugar indicado para ser espía y cómplice de ese instante de felicidad que se grabo a fuego en nuestras almas.
“El viento trae una copla” suena a despedida, todos en el escenario, abajo bailamos a corazón abierto, músicos invitados, bailarines, publico y Los Balbis como si todo esto fuera poco aparece él, entre banderas flameando con pijama azul y sonrisa picarona.
La misa termino y lo que continuo entre nosotros, eso “señores” eso ya es otra historia…
Tocaban en el Luna Park presentando “La Argentinidad al palo” disco que ya había logrado encarnar algunas de sus canciones en mi, fue entonces que me llego la noticia ese personaje alegre e inquieto que danzaba todo el día y recorría escenarios , si Emilce, mi prima era transportada por su talento a bailar con la Bersuit! Tras el ritual de abrazos, recordando la infinidad de veces que cantábamos a los gritos temas como “ murguita del sur, Vuelos y Que paso?” ahora ella lo haría desde bambalina e iba a ser parte de ese ingrediente sorpresa que la banda preparaba.
El tiempo paso entre ensayos por su lado y laburo por el mío, pero, cual presidiarios con la cuenta regresiva en la pared.
El día por fin llego y ella como toda profesional se trago la ansiedad y la llave, no dijo ni una sola palabra del show, yo fui como cualquier ser humano con pijama y me encontré con un estadio colmado de gente que reía y calentaba motores bailanteros, repentinamente todo oscureció, el escenario estaba vestido con un telón negro, los acordes en el aire llamaban al silencio absoluto dando comienzo con “No estas solo”.
Ellos estaban parados entre el escenario y la valla de contención, una luz desde abajo los iba iluminando a medida que las estrofas avanzaban, atrás de esa “La soledad” y todo empezó a vibrar. Entre murga, pogo y cumbiamba la misa Bersuitera fue transcurriendo hasta que llego “La argentinidad al palo”, cuatro parejas de bailarines representaban los conflictos sociales que nos afectaban en ese momento, recordándonos y reafirmando nuestra sangre bulliciosa de Argentinos. Y en medio de todo eso ahí estaba ella, con harapos y “mugre” en la cara toda una “cartonera” del oeste cumpliendo su sueño. Yo sentí que estaba en el lugar indicado para ser espía y cómplice de ese instante de felicidad que se grabo a fuego en nuestras almas.
“El viento trae una copla” suena a despedida, todos en el escenario, abajo bailamos a corazón abierto, músicos invitados, bailarines, publico y Los Balbis como si todo esto fuera poco aparece él, entre banderas flameando con pijama azul y sonrisa picarona.
La misa termino y lo que continuo entre nosotros, eso “señores” eso ya es otra historia…
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