20/7/09

Mi zombi


Alquilamos una casa en vacaciones
nos sorprendió la noticia
De que adentro del armario
Había un zombi.
Su piel estaba verdosa
En las manos tenía moretones
Era alto y fornido.
Nos seguía a todas partes
Como un perro abandonado
O un autómata.
A la hora de dormir
Se ubicaba en un rincón cerca de las camas.
-Ese hombre no está muerto – dije a mi hermana-
Cuando lo miro fijo, desvía la mirada.
-Me clavaron un puñal –explicó el zombi
con voz rasposa.
-Mi alma no se fue del todo,
Tiene la forma de un gato,
Está a la altura del pecho
Atorada- y tosió-.
Quiero morir de una vez-.
-Creo que me gusta el raro
,le confesé a mi hermana.
Su piel violeta verdosa
Que no me mire a la cara
Para no intimidarme.
Como había que ayudarlo
presionamos en su pecho
Con fuerza,
Probamos con un martillo,
Lo pusimos de cabeza
a ver si el alma salía
Por la boca.
No tuvimos resultados
Y la verdad es que el pobre no entendía mucho.
Al fin le llegó la suerte
El día que le di un beso
Se le fue el alma del cuerpo
Del susto.
Dejó una nube amarilla
Y cientos de mariposas blancas
Ahora mi androide está muerto.
En el cielo no comprenden
Mis gustos.

Giselle Joandet

2 comentarios:

  1. este poema es realmente genial, me sorprendió mucho.
    sigan así, exitos.

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