4/10/09
Crisis energética
Luces de autos inyectan mi cara.
Olvidé la ventana abierta;
No hay opción. Debo moverme,
las persigo aun sabiendo que
haremos cambio de roles
y jugaran a la cacería conmigo.
Las sombras en lo bajo del paredón,
giran violentas. Es inevitable correr,
parecen perros acechándome, gruñen;
Desaprueban que mis pies vacilen
en los azulejos de tu puerta;
Les murmuro “tengo un miedo más grande”
Se desvanecen tristes, es sabido,
nunca oí advertencias.
Sin nadie a quien desafiar,
no se mueve mi mano ni suena tu timbre.
Rendida ante el pánico, sentada frente a la casa,
cargando los pulmones para un ermitaño volver.
Te veo salir acompañado, son un par risueño.
Tu brazo recorre su cuello; ella tiene un pelo precioso.
Dicen los ineptos que es la noche mas fría de año.
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