Les avise que no me llenen el cuarto vaso, que empiezo a reírme, a decir incoherencias, pero mis amigas insistieron, que es sábado, que somos jóvenes, independientes….bah solteras. ¿Que grupo de mujeres no comienza la charla hablando del laburo, de las pasadas elecciones, del pantalón que se veía precioso en la vidriera y ahora me queda para el ojete, de la cotización del dólar, del euro, del europeo que te apretaste en San Telmo, de lo lindo que seria volver a salir con un extranjero para no entender las boludeses que dice, de cómo fallo tu ultima relación y la anterior a esa y la otra y la otra?…. Ya comenzaban las risas a desvanecerse, se venía el maldito planteo, alguna lamiendo el vaso sollozo ¡¡¡¿Qué hago Mal?!!!! Las otras adhirieron a la pregunta con un fondo blanco; se me venia la imagen de los gemelos fantásticos chocando sus puños y diciendo al unísono ¡actívense, en forma de aorta cardiaca explotando! Yo por mi parte, trataba de salir airosa, pero quizás tenían razón ¿Estábamos haciendo algo mal? Agarre limón y sal, golpee el vaso en la mesa y justo antes de prevenir la gripe porcina desde adentro y atacar mi conciencia con alcohol, dije: - Yo siento que salgo siempre con el mismo hombre con diferentes caras. ¡Momento! ¿Lo estaba haciendo? ¿Hace cuanto tiempo le venia siendo fiel a ese tipo, a ese patrón? ¡Eureka! Todas coincidieron, ellos, pobladores de nuestra historia sentimental, ¡estaban clonados! Por ejemplo, los míos: todos artistas, sin éxito, sin trabajo, con mucho amor propio y nada para mí. Los de mi amigas también ¡iguales entre ellos!, siguiendo la sombra de nuestras anteriores esquematizadas parejas. Entonces… ¿la psiquis femenina se maneja por repetición? ¿Quién habría sido el culpable, el originario de mi patrón amoroso? ¿Seria aquel mocoso de cuarto grado que movía las pestañas en cámara lenta y escupía a sus compañeros en el recreo? Aquel… ¿es el mismo que me escupe hoy? La idea iba tomando fuerza con las historias de las restantes muchachas, entonces agarre mi cartera y le dije: -¡salgamos! Hemos reconocido el causante de nuestros fracasos sentimentales ¡es el mismo forro el que nos viene dejando! ¡Es hora de que lo dejemos a el! Yo por ejemplo, esta noche asesinare a mi patrón, le diré adiós a los rockers y a los hippies, a los payasos y a los literatos y en especial a todos ellos fusionados en uno, hoy les dio adiós. Avísenle a mi vieja que vaya poniendo los fideos, que le voy aparecer uno de estos domingos acompañada de un joven serio, prolijo, educado y tanguero.
Partimos entusiasmadas hacia el primer bar. que nos permitiera poner en marcha nuestro nuevo plan, salir con la antítesis del desgraciado anterior. Ingresamos y ni bien encontramos mesa todas empezamos la danza de los cuellos, el paneo general- ¡Epa! ¿Vieron a ese? Pregunte ¡que linda remera tiene! Esa, esa la de Morrison… lindo ¿no? ¡Uh viene para acá! ¡Hizo contacto visual conmigo! ¿Y quien soy yo? Neo, la desafortunada elegida ¿y el? Mi compañero, ¡mi maldito compañero de cuarto grado! Los años le quedan hermosos, como esa remera, como esas pestañas. ¡Morpheo! haceme el favor de servirme otra cerveza, que pienso agarrar la misma pastilla y decile a mi vieja que saque el agua del fuego, que guarde los fideos, que decidí escucharla y respetar sus frases de sabiduría popular, que tiene razón, que tanto ni que tanto si al fin y al cabo ¡los hombres son todos iguales!
Nanita Gracianita
no tengo fuerzas para luchar contra el maldito patrón, ya sabes presentame al amigo del de la remera de Morrison que seguro me gusta!! jajaja anoche chocamos los puños como gemelas fantásticas no? jaja besoss
ResponderEliminarMarta!! impecable!! ajajaja!!
ResponderEliminarVamos x más!
Adhiero a tu reflexión y que complicado sacarlo de mi cabeza, se me volvio costumbre o maña no lo se..y esas son las cosas mas dificiles de dejar de hacer pera mi..ojala pudiera.. hare el intento!
ResponderEliminarBesos